Comisariada por Fernando Francés
La primera exposición individual en Europa de Phil Frost (Nueva York, 1973) comprende una selección de obras, puertas de madera y pinturas producidas con técnicas diversas, que han sido realizadas a lo largo de su trayectoria artística, desde 1997 hasta la actualidad. Su obra se arraiga en las sensaciones, la percepción, el medio ambiente, la memoria y la imaginación, por influencias del arte tribal que surge de emociones tumultuosas a través de un proceso meditado y calculado. En sus obras, el artista incluye objetos pegados como coches de juguete, piedras pequeñas, botellas con botones o latas, entre otros, utilizando como soporte lienzos, madera o puertas.