Peter Halley es conocido por sus obras de impacto visual inmediato y explosivo, a través de su uso de la escala, el color y los bordes nítidos y duros. La aplicación de la pintura Day - Glo y el acrílico, junto con los efectos de estucado, crean soluciones sutiles o brillantes. A pesar de sus declaradas raíces en el arte Pop y el Minimalismo, el artista considera su propia práctica artística como un proyecto intuitivo, recreando una suerte de espacio que él habita en su imaginación. El punto de partida de sus obras es su concepción de la geometría como una metáfora de la sociedad. Los elementos de su iconografía son celdas rectangulares, unidas por conductos lineares, que representan organismos individuales y las redes de la existencia urbana contemporánea. Las pinturas son representaciones del paisaje social, la soledad y la conectividad, contenido sociológico que se extiende a su obra realizada en otras técnicas.
Formalmente estas celdas parecen marcos de ventanas, divididos por líneas verticales y horizontales. Los intersticios creados por estas líneas aparecen cubiertos por masas de color uniforme y distintas texturas, que producen el efecto confuso de no saber si se está mirando hacia el exterior o hacia el interior desde esa ventana.
Tras haber explorado, en sus últimas series, la integración de sus lienzos con dibujos o diagramas de pared, que se derivaban de imágenes trasformadas digitalmente, en esta su última obra vuelve al lienzo solitario. Mediante la variación en las proporciones, y la superposición o combinación de sus prisiones con paneles monocromos, Halley juega con la variedad de efectos que pueden ser creados a partir de unos recursos formales limitados.