En Once in a Lifetime el artista propone un recorrido por los distintos géneros de su obra, desde los monumentales retratos de grupo a los inconfundibles paisajes, pasando por representaciones figurativas de distintos formatos y pequeños estudios. Estos últimos, realizados con una técnica más ligera y desenvuelta que la que emplea en los lienzos finales, son bocetos del natural que nos acercan a su laborioso proceso creativo.
En esta selección de obras aparecen los motivos formales característicos de sus composiciones: personajes femeninos, figuras masculinas, aisladas o en compañía, ante fondos neutros o en escenarios cotidianos, así como elementos de la naturaleza, que son tratados con una intensidad poética en ocasiones vitalista y en otros casos algo más melancólica.
Alex Katz ha sido considerado por una parte de la crítica como un precursor del Arte Pop por su personal interpretación de la figuración objetiva a principios de los sesenta. Con este movimiento comparte la influencia de los medios de comunicación de masas (transformación icónica de sus imágenes, repetición y fragmentación de los motivos, modos de representación propios del cine y la publicidad), el uso de colores planos y brillantes, y también la preferencia por las escenas de la vida cotidiana, aparentemente intrascendentes, momentos efímeros que él eleva a la categoría de arte con frescura y elegancia. Pero su interés por investigar cómo la luz modula la superficie del cuadro, frente al grafismo pop, le separa de esta tendencia.
Alex Katz en Madrid
El precursor del arte pop, Alex Katz, en Madrid
Telediario 1 - TVE, 08/01/2011